Si necesitas comprar un altavoz seguramente te preguntarás qué diferencia hay entre los altavoces activos y los pasivos. La respuesta es sencilla: Unos requieren una etapa de potencia externa y los otros ya la llevan incorporada. Pero antes de tomar una decisión a la hora de adquirir un altavoz es necesario tener en cuenta las características de cada uno para que se ajusten a tus necesidades. A continuación analizamos brevemente las características de cada tipo de altavoz para entender qué prestaciones ofrecen de una forma rápida y sencilla.
Altavoces activos
Son aquellos que disponen de un amplificador integrado, como por ejemplo los de la gama SLK de Ibiza Sound, disponibles desde 8 pulgadas como el SLK8A-BT hasta 15 pulgadas como el SLK15A-BT. Esos modelos incluyen conexiones USB y Bluetooth para que puedas conectar directamente tu pendrive con música o tus dispositivos móviles de forma inalámbrica. Eso significa que dichos altavoces requieren estar conectados a una toma eléctrica para funcionar, siendo esta la característica más simple a la hora de diferenciar entre un altavoz activo de uno pasivo. Aun así, recuerda que también hay altavoces autoamplificados portátiles, con lo cual podrás disfrutar de tu música en cualquier lugar sin tener que preocuparte por enchufarlo a una toma de corriente. Un buen ejemplo de ello son la gama de altavoces PORT de Ibiza Sound, disponibles desde 8 pulgadas como el PORT8VHF-BT hasta 15 pulgadas como el PORT15VHF-BT (también disponibles con los modelos UHF, los cuales son la evolución de los modelos VHF).
Si tienes que adquirir un altavoz activo, nuestra recomendación es el SLK12A-BT por su gran versatibilidad. Sin duda, se trata del equilibrio perfecto entre potencia y precio.
Ventajas de los altavoces activos
- El amplificador incorporado está diseñado expresamente para el propio altavoz, lo cual asegura obtener el máximo rendimiento.
- No requiere conectarlo a una etapa de potencia.
- Fácil de transportar y usar, ya que sólo hay que enchufarlo a la corriente y disfrutar del sonido.
- Aunque su precio es un poco más elevado que el de los altavoces pasivos, resulta más barato que estos al no tener que comprar complementos para utilizarlos, como por ejemplo el amplificador/etapa de potencia.
Altavoces pasivos
Estos altavoces requieren una etapa de potencia que amplifique la señal, ya que no la llevan incorporada. Si dispones de una mesa de mezclas no amplificada, deberás conectarla a una etapa de potencia para que la señal que llegue a los altavoces sea lo suficientemente fuerte para evitar distorsiones. Por ese motivo, los altavoces pasivos no necesitan estar enchufados a una toma de corriente. Un buen ejemplo de ello son los altavoces pasivos de Ibiza Sound de la gama SLK, disponibles desde 8 pulgadas como el SLK8 hasta 15 pulgadas como el SLK15. Para disfrutar de ellos solo tienes que conectarlos a la etapa de potencia a través de la conexión Jack, XLR (comúnmente llamado canon) o Speak-On.
Si tienes que adquirir un altavoz pasivo, nuestra recomendación es el SLK12 por su gran versatibilidad. Sin duda, se trata del equilibrio perfecto entre potencia y precio.
Ventajas de los altavoces activos
- El altavoz propiamente dicho resulta más barato.
- No hay que enchufar cada altavoz a la corriente, ya que la alimentación viene subministrada por el propio cable de audio.
- Si colocas los altavoces en lugares de difícil acceso (como por ejemplo si los cuelgas del techo o de la pared) no tendrás que preocuparte de enchufarlos y apagarlos cada vez que los uses.
Obviamente existen diferencias más técnicas entre estos dos tipos de altavoces, pero estas nociones básicas que hemos enumerado son la forma más fácil de distinguirlos a la hora de decidir cuál comprar. Recuerda que también hay que tener presente el uso que se les va a dar y las características de la zona en los que se van a colocar (tanto en interior como en exterior) para que la acústica sea la adecuada. Si tienes alguna duda más sobre los altavoces activos y los pasivos, no dudes en consultarnos.